Aguaspeña

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Dropstone Checa

Aguaspeña es un edificio tobáceo en construcción. El agua de lluvia disuelve las rocas calizas que predominan en el entorno y provoca la proliferación de tuberías, oquedades y numerosas grutas, que constituyen otro atractivo de la comarca.

Cuando el agua subterránea aflora a la superficie y forma manantiales el carbonato cálcico precipita y, al solidificarse,  forma la toba calcárea, una roca muy porosa que construye en ciertos lugares espectaculares monumentos minerales como éste, recubiertos a menudo por musgos y diversos tipos de vegetación. Pero estos edificios tobáceos están también en una lenta y constante transformación, creciendo gracias al agua que circula por ellos, forma a menudo cascadas y provoca en ocasiones algunos derrumbes, momento en que el agua reinicia la labor de reconstrucción y vuelve a modelar caprichosas figuras.[/one_half]

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Dropstone Checa

Al mismo tiempo, otra parte se encuentra inactiva, ya que sus torrentes se secaron, obstruyeron o desviaron, y dejaron las impresionantes estructuras verticales plagadas de cuevas por las que discurre la senda del visitante, que culmina en lo alto de la cascada y en el nacimiento del manantial que da vida a este hermoso y mágico lugar, asiento de los hombres desde tiempos inmemoriales.

Visitar Aguaspeña es una magnífica manera de observar con nuestros propios ojos el proceso de formación de una roca.

En la actualidad, y debido a sus cualidades estéticas, el área ha sido acondicionada para la visita mediante la instalación de pasarelas y barandillas de madera.

 

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