Dropstone y Graptolitos

Dropstone

 

Uno de los puntos de mayor interés geológico es el Dropstone.

Los dropstones son rocas que quedaron atrapadas en glaciares, y al separarse parte de éstos y vagar por el mar, acabaron cayendo en el lecho marino, a veces a grandes distancias de su punto de origen.

En Checa se encuentra un vestigio de glaciaciones ocurridas en el Silúrico Inferior (444-428 millones de años). Por aquel entonces pertenecíamos a Gondwana, un continente situado en el hemisferio sur. Lo que se puede observar en la zona es un dropstone en un afloramiento de pizarras. Un dropstone es una roca arrastrada por un glaciar que al llegar al mar y fundirse el hielo cae sobre sedimentos finos marinos.

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Dropstone Checa

El Dropstone de Checa es una roca arenisca rojiza como algunas de las que forman las figuras más mágicas del entorno. Al arrastrarla en su interior un bloque de hielo, cayó sobre un fondo marino cuyas sedimentaciones dieron lugar con el paso de millones de años a las láminas de pizarra que lo envuelven.

 

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Dropstone Checa

La visita es de libre acceso. Al salir de Checa en dirección a Orea, se llega a un aparcamiento, en el que hay un pequeño expositor con el que comprender mejor los tipos de roca que rodean al visitante y cómo se formaron. El recorrido sigue por una senda vallada. Bajando dos tramos de escaleras se accede a la estructura que protege el yacimiento.

 

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Graptolitos

 

En el entorno checano aparecen graptolitos, unos fósiles sin parientes vivos, de unos pocos centímetros de longitud, que se encuentran plasmados en las pizarras de La Tejera (carretera de Checa a Orea, km 19.4).

En estas pizarras es fácil encontrar fósiles de unos antiguos organismos llamados graptolitos. Eran unos pequeños seres marinos que vivieron en este lugar hace aproximadamente 430 millones de años. Estos organismos eran muy abundantes en los océanos del Paleozoico Inferior. Sus fósiles han llegados hasta nosotros como pequeñas marca grises sobre las pizarras, que se asemejan a trazos pintados con una tiza. De hecho, su nombre en griego significa precisamente esto: graptos = escrito y litos = piedra.

Graptolitos de La Tejera

Los graptolitos evolucionaron muy rápidamente, de manera que sus fósiles son diferentes a los de periodos anteriores y posteriores. Así que identificando la secuencia evolutiva de los fósiles de graptolitos, se puede establecer si una roca es más antigua que otra en función de las especies fósiles que contenga. De este modo, dos rocas con los mismos fósiles de graptolitos tendrán la misma edad, aunque hoy en día se encuentre muy alejadas entre sí.

Además de 60 especies diferentes de graptolitos (4 de ellas son nuevas para la ciencia) en el yacimiento de Checa se han encontrado fósiles de otros organismos. Por todo ello, posee una relevancia internacional, siendo visitado por especialistas de todo el mundo.

El riesgo de pérdida de ejemplares relevantes para la Ciencia era muy elevado, por lo que se decidió vallar la zona más importante del yacimiento, cuyo acceso está limitado exclusivamente a investigadores científicos.

Los graptolitos se extinguieron y no existe ningún ser vivo equivalente a ellos en la actualidad.

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